Plan de Dios de salvación para el hombre, se puede resumir en los siguientes pasos:

1. Oír la Palabra de Dios: Este es el punto de partida. La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Implica exponerse a las Escrituras, ya sea a través de la lectura personal, la predicación, estudios bíblicos, etc. Es el primer contacto con el mensaje de Dios.

2. Creer en Jesucristo: Una vez que se ha oído la Palabra, se produce la fe en Jesucristo como el Hijo de Dios, quien murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó al tercer día. Creer implica aceptar su sacrificio como pago por nuestras transgresiones y reconocerlo como Señor y Salvador.

3. Arrepentimiento: El arrepentimiento es un cambio de mentalidad y dirección. Implica reconocer que hemos pecado, sentir tristeza por haber ofendido a Dios y tomar la decisión de apartarnos del pecado y seguir a Cristo. Es un giro de 180 grados en nuestra vida.

4. Conversión: La conversión es la respuesta del creyente al llamado de Dios. Es el acto de volverse a Dios, abandonando el pecado. Este paso está muy ligado al arrepentimiento, pues uno conlleva al otro.

5. Bautismo en agua en el nombre de Jesús: El bautismo es un mandato bíblico y una señal externa de una transformación interna. Se realiza por inmersión total en agua y en el nombre de Jesús, según Hechos 2:38, como símbolo de muerte al pecado y resurrección a una nueva vida en Cristo. Es un acto de obediencia y pública confesión de fe.

Es importante destacar que, para la IPUC, estos pasos no son eventos aislados, sino un proceso continuo en la vida del creyente. La salvación se experimenta al creer en Jesús, pero se continúa viviendo en obediencia a su Palabra y en constante crecimiento espiritual.

En resumen, el plan de Dios de salvación para el hombre consta de:

1. Oír
2. Creer
3. Arrepentirse
4. Convertirse
5. Bautizarse